Crónica. Encuentro e Inauguración FICCTerra 2025.
- Jorge Luis Carrión

- 23 oct
- 14 Min. de lectura
Se percibía en el ambiente la emoción: el primer encuentro de cine comunitario FICCTerra se encontraba a dos días de acontecer. Era momento de sacar los más pendientes posibles para poder dedicarse durante los tres días del programa con la mayor claridad, y gozar la convivencia en Jalcomulco, Veracruz.
Aunque el programa comenzaría el jueves, varixs compas agarraron camino desde un día antes, debido a la lejanía, haciendo transbordos y demás peripecias de viaje, en largas jornadas. Esa tarde noche, dejando atrás los mensajes de texto y los encuentros virtuales de Zoom, empezaron los primeros encuentros en persona: comenzábamos a reconocernos en un aspecto más palpable, más directo, compartiendo la brisa del aire y los sonidos de la noche y los insectos de Jalcomulco, en el territorio pues.
Llegó el Dos de Octubre, cargado de memoria histórica, y los encuentros y reconocimientos continuaron durante toda la mañana. El punto de reunión fue el mural de Los Sauces, icónico en Xalapa, y de ahí salieron dos camionetas. En la que yo viajé venía Karen de Casa Tecmilco en Tepoztlan, colectiva que acompaña a familiares de víctimas de desaparición forzada (las madres buscadoras), Ruth de Sembrando Raices quienes hacen trabajo comunitario en la comunidad de Pacho Viejo en Veracruz; también venían Gali y Mina de Chiltoyac; Ka y Luchita de Jiquipilco en el Estado de México, donde se ha consolidado el Colectivo Biocultura Quiote. Otro punto de encuentro fue el aeropuerto jarocho en el puerto de Veracruz. En los trayectos, las conversaciones se daban naturales; las preguntas y las sonrisas que iban de un lado a otrx acompañaban las experiencias de los territorios que se relacionan como dispersando semillas, como llevando polen de un territorio a otro.
Selva Azul se fue calentando con el movimiento de quienes llegaban, de quien ya estaba ahí. Ahí finalmente me encontré con Eptzin del colectivo Tlalyolli, una comunidad que sostiene la memoria y el uso de medicina tradicional y que lleva a cabo reforestaciones en Cuajimalpa; también con Gina del Centro Biocultural Ambulante Gestivas de Aguascalientes; a quienes había servido como enlace durante el proceso de gestión y logística del encuentro y para el seguimiento en las actividades propias del festival.
La cocina y el staff de Selva Azul estuvieron activs toda la mañana, preparando un rico tlatonile de frijoles (plato típico del pueblo de Jalcomulco) que degustamos con mucho ánimo para tomar energía y empezar oficialmente el encuentro.

Ofrenda
¿Qué es una ofrenda?
La palabra y la memoria también son una ofrenda.
Este momento, que planeamos para irnos conociendo un poquito más, sirvió para expresar motivaciones e intenciones. Facilitaron Mariana y León, mientras Loni recabó la palabra que integró en este texto. Poco a poco el altar se fue nutriendo con todo tipo de cosas: Lu de Biblioteca Nieves compartió un libro hecho por las niñeces de la colonia Higueras de Xalapa, y Buba también agregó jarritos que mandaron lxs niñeces del Mercado de la Merced en CDMX para tomar nuestro cafecito. Y así, la ofrenda se fue llenando de símbolos y fotografías de las personas de las colectivas que no pudieron acompañarnos, invocando su esencia: hojas de choco, aguas de diversidad de manantiales y ojos de agua, flor de pericón, más flores de diversidad de colores, mazorcas, frutas, manzanas, tomates, macadamias, inciensos, maíz, frijol, pinole, un cuenco vacío y copal. Se ofrendó el cuerpo y el tiempo, la energía y la vida. Se habló, se dijo “2 de octubre no se olvida”, se habló de Gaza, Palestina. Paz mencionó el nombre de Julia de Chile, desaparecida y encontrada asesinada, y se pidió justicia. Tania nombró Amoyalapan al río que le dicen Carneros y quieren desaparecer. Se pidió permiso a los espíritus locales.
Para cerrar este momento, habían dispuesto las cartas del oráculo El Cuidado en el Centro de El Fondo de Acción Urgente. La tarjeta que levanté decía:
“El activismo es sostenible cuando cada una disfruta y se siente a gusto con lo que hace, no cuando se hace por “tener que” o por deber. Para poder acompañar a otras personas necesitamos reconocer lo que debemos sanar en nosotras mismas. Cuando reconocemos los hilos de luz y sombra que nos habitan y nos ocupamos de heridas y dolores personales y ancestrales, encontramos desde allí otras maneras de vincularnos en el colectivo.”

Introducción al Cine comunitario de la Tierra: ¿Quiénes hacemos el FICCTerra? Por parte de Ingrid y David se hizo una breve introducción, compartiendo una retrospectiva de las siete ediciones del festival, sus metáforas y gráfica; recordando lo poético y la intención de cada propuesta, buscando compartir un poco de las raíces que han nutrido el festival. Se hizo una presentación de quienes sostienen el FICCTerra, el trabajo por parcelas (una parcela en el universo de FICCTerra es un área o ámbito de trabajo). Y justo ahí, cuando estábamos todo el equipo de frente, tuvimos la fortuna de contar con la presencia de la talentosa y pequeñita fotógrafa Sau'ndii, de siete años, oriunda de Oaxaca, quien nos tomó una foto del equipo y nos la entregó impresa en el momento.
Luego el staff de Selva Azul sirvió un cafecito, sandía y una botana. Aprovechamos para despejarnos, convivir y compartir. Después del cafecito hubo un rato para seguir reconociéndonos en el espacio, desde el cuerpo; quizá podríamos decir que para interterritorializarnos mediante el juego y la corporalidad. Un espacio indispensable antes de seguir con las actividades un poco más discursivas.
Llegó el tiempo de empezar a cocinar cine comunitario. ¿Estructurar un plan? ¿Hacer una receta? Aquí le pregunto, lectores: ¿En qué momento se empieza a cocinar? Puede tomar un tiempo para pensar su respuesta antes de seguir con esta crónica.
Se empieza a cocinar desde que vas haciéndote de ingredientes, ya sea que coseches o compres; es un proceso dinámico de vida, y ahora lo que tengo más claro, es que el arte culinario empieza desde que el campesino va seleccionando semillas cultivando generaciones de planta en un proceso que consolida lo que se llama patrimonio biocultural. Pero volvamos a la metáfora de la cocina y el cine; León facilitó la dinámica, propiciando un diálogo abierto en torno a varias frases detonadoras.
El cine comunitario se cocina…..
Pero también no pueden faltar los ingredientes imprescindibles que son….
Para preparar cine comunitario hay que…
Encendemos el fuego del cine comunitario para …
El cine comunitario no tiene una sola receta, pero cuando lo probamos sabe a…
El cine comunicado nutre….
Luego nos dividimos en grupos para hacer variedad de recetas en torno a cómo se cocina el Cine Comunitario. A nuestro grupo —conformado por Joy, Buba, Paz, Karol, Saúl, Gali, Pamela, Martha y su servidor— nos inspiró llevar más allá la metáfora de la cocina, y seguimos imaginando y relacionando esta magia con la magia del cine comunitario. En un momento de la conversación, las luciérnagas despidieron al sol con sus ritmos luminosos.

Después de cenar unas ricas picadas, garchas y tempispis (tamalito de frijol con hoja de aguacate tradicional de Jalcomulco) Llegada la noche, el comedor se volvió un centro de convenciones. En las mesas se dispusieron stickers, folletos, fanzines, libros, separadores, programas de mano, postales, tablets y laptops con presentaciones, fotografías de los procesos y acciones que sostienen e impulsan las colectivas. Nos encantamos viendo los programas de mano de Encuentro Cineclub y su propuesta gráfica, escuchando la experiencia de Abraham: supimos del foro del Cablebús, que últimamente está medio abandonado; vimos los boletos de Cine Mapache que nos compartieron Amadeo y Pamela; nos encantaron las fotos que compartieron Ka y Luchita, y que comentaron que un integrante del Colectivo Biocultural Quiote ha capturado, también comentaron actividades que hacen de milpa comunitaria y trabajo con niñeces; y los fanzines tan personales y con un sabor a ternura y cuidado del territorio de Gina de Gestivas. Nos inspiramos de saber la labor que hacen el Colectivo Pensamiento Libre (representado por Marlene y Denisse) en la sierra de Veracruz, como murales, exhibición de cine y talleres para diversas comunidades. Preguntas iban, respuestas venían; la palabra manifestaba la experiencia y la creatividad, generando la chispa de la creatividad, haciendo amistades, y hermanando.

Para acabar la jornada, se dispuso de un cálido fueguito que convocó en torno a sí a las percusiones: yembe y el huehuetl. Llegaron también las jaranas de Lena, León y David, y los cantos resonaron en los corazones. Poco a poco, el cansancio fue reclamando un merecido descanso unas y otros de tanto en tanto fuimos yendo a nuestras camas. Así acababa la primera jornada del encuentro.

El 3 de octubre, los primeros desayunos empezaron a salir a las 8:00 a.m. Había que tomar energía, pues este era el día central del encuentro y nos esperaba una larga jornada. Para empezar con el pie correcto, o quizá con la mano o la panza, ¡qué mejor que una carrera de lentitud! Mejor dicho, con “La carrera de caracol”. Es casi lo mismo que una carrera normal: se traza en el suelo una salida y una meta, con la diferencia de que quien llegue o cruce la meta, pierde. Para demostrar sus habilidades de lentitud se dispusieron a competir Luchita, Gina, Tania del Mercadito Agroecológico La Pixca de Puebla, Sebastián, Santi, Jonathan y Karol. Lxs competidorxs se pusieron en sus marcas y arrancó la carrera. El ambiente se mezclaba con gritos de apoyo y risas, y Mar en el megáfono proclamaba: “¡Ve más lento, sí se puede, más, más lento!”. Finalmente, la penúltima o segunda —ya no sé bien— cruzó la meta, y la ganadora, Gina —quien por cierto no cruzó la meta—, volvió a velocidad normal. Luego reflexionamos un poco sobre lo que implica bajar la velocidad, la paciencia, el tono y la fuerza que se necesita.
Unos momentos después, para seguirnos inspirando, volvimos al círculo y escuchamos la presentación de “A Fuego Lento”:
"A fuego lento es una técnica culinaria para cocinar alimentos a una temperatura baja y constante durante un período de tiempo prolongado, permitiendo que se mezclen y desarrollen sabores profundos y se generen alimentos tiernos, jugosos y nutritivos…"
En voz de Ingrid, Elena y Karen.
Entonces vino un momento que llamaré aquí Parcela abierta universal: una suerte de café mundial/Rally en el que nuestrxs invitadxs pasaban a las distintas parcelas. Cada parcela contaba con la guía de un facilitador y unos rotafolios o papelotes donde íbamos anotando; se nutría de las aportaciones de los distintos grupos. Las parcelas abiertas fueron:
Comunicación, diseño y registro audiovisual. Jorge.
Gestión, logística y planeación de una proyección. Ingrid.
Aspectos técnicos de cuidados y preparación para una proyección. León.
Programación, películas y canastas. David.
Cuidados colectivos y seguridad. Mariana.
Me tocó cuidar la parcela de comunicación y guiar las pláticas, retomar lo que habían compartido los grupos anteriores y posteriormente sistematizar lo que trabajamos, lo cual seguramente compartiremos más adelante, pues actualmente se encuentra en la etapa final de revisión. Las aportaciones fueron muchas, mucho se habló del chismecito como estrategía de difusión, los grupos de whatsapp; recuerdo mucho a Jonathan y Fer del Cine Foro Tecomán en Colima que con gran entusiasmo compartieron estrategias muy interesantes que han implementado para hacer convocatorias a las funciones de cine. Es algo muy bonito de estos procesos poder compartir y escuchar la diversidad de experiencias.
Después que los grupos hubieron hecho sus recorridos por las parcelas, fue momento de la plática sobre Cine Encuentros Comunitarios, algo que consideramos de vital importancia para FICCTerra: derivar el diálogo, el encuentro, y el reencuentro de las comunidades a partir de los materiales audiovisuales que compartimos. La actividad fue facilitada por Loni. Este año, la parcela de diálogos comunitarios y Hacemos Parte del Mismo Cuento/FICTerrita —de quienes nos estaban acompañando Lena, Montse, Gialu, Brenda, Sari y Pol, el equipo que lleva a cabo las actividades con las niñeces— desarrollaron la Guía de facilitación cine encuentro comunitario 2025, un material detallado con actividades sugeridas para facilitar actividades en torno a los materiales audiovisuales y las experiencias tanto de adultos como de niñeces. ¿Y qué mejor manera de aprender una metodología que llevarla a cabo? Así que nos dispusimos a ver la película "Quienes son los Totonacos" de Omar Lázaro García y Oscar R. Pimentel Cortés, un retrato con elementos poéticos en documental de la comunidad Totonaca en Veracruz; la cual sirvió de arranque para la actividad Somos un Mar de Fueguitos (Incluida en la Guía mencionada).
En grupos, estuvimos charlando en torno a preguntas guía: "¿Qué sentipensamos?" "¿Cómo detonar conversaciones valiosas?" "¿Qué destacan que hay que considerar?". Mientras platicábamos, íbamos coloreando unos fueguitos impresos que representan nuestro propio fuego y al cual le dotamos de nuestra esencia mediante el color. Al final, unimos todos los fueguitos como una gran fogata en torno a una vasija de barro.
Para el siguiente momento nos dividimos en grupos para talleres más extensos sobre algunos temas:
Facilitación de cine-diálogos - Loni e Ingrid
Audiovisual Comunitario - David y Jorge
Spot de audio para perifoneo - León
Cine con niñeces - Ficctierrita
Cada taller sirvió para profundizar en temas de interés para lxs participantes.
Posteriormente hubo un conversatorio el cual reunió a mujeres gestoras/realizadoras de Colombia, Brasil y México para compartir el impacto del cine comunitario como herramienta de resistencia y transformación social. Soraya (Montes de María, Colombia) presentó el Festival Audiovisual de los Montes de María (FAMA), un proceso de más de 21 años que utiliza el cine como una forma de contrarrestar la narrativa de guerra, buscando que los jóvenes elijan "empuñar una cámara" en lugar de un fusil. El cine es un "pretexto para poder sanar" y una "acción transformadora". Mayra Norton (Paraty, Brasil) expuso la labor de Cine e Mulher, un proyecto que, a través de talleres y un cineclub, rescata las narrativas y la memoria de las mujeres. Su trabajo incluye la plataforma colaborativa Enciclopedia Visual de Mulheres de Paraty. Paola Morales (Oaxaca, México) compartió la trayectoria de más de 30 años de Ojo de Agua Comunicación y el festival El Lugar que Habitamos. El festival busca conectar a Oaxaca, un espacio de lucha, con otros pueblos con problemáticas similares, evolucionando de la denuncia a una programación también propositiva. Paola destacó la importancia del recambio generacional en un proceso que es un legado.

Debido a complicaciones técnicas, no pudimos transmitir el conversatorio como estaba previsto. Sin embargo, actualmente estamos trabajando con la grabación para poder compartirla.
Después llegó el momento de la cena, y recuerdo estar platicando con Ruth, Tania y David de cuestiones de identidad y cultura, cuando le presté mi cámara a Gali, quien resultó tener un ojo excepcional para la fotografía; ya por aquí les dejo algunas fotos.
¿Qué clase de cine es este?
Albercada y pelis. Sí, está usted leyendo bien; esa fue la siguiente actividad del encuentro, que estaba pensada como un momento de relajación en torno a la alberca, y en realidad lo fue. Vimos muchas películas y algunxs nos zambullimos a la alberca, principalmente Zahel, Piter, Sau'ndii, Santi y su servidor. El programa se consolidó con las aportaciones de lxs participantes. Muchas películas hechas por las mismas colectivas, entre las que vimos estaban:
Ecos de la tierra - Casa Tecmilco
Mural comunitario en Jiquipilco, Estado de México - Colectivo Biocultural Quiote
Soy Territorio – Cine del Río / Espora Media En Jalcomulco
Señales Invisibles – Cine Mapache en Rancho Viejo
Memorias de Selva y Agua – Permea en Tabasco
Uajkal: Tikijkitij to nemilis “tejiendo nuestras raíces” - Yolkuali Comunicaciones en Sierra de Puebla
Mercadito Orgánico – La Pixca en Tecali de Herrera, Puebla
Los Pescadores de San Pancho - Cine en San Pancho
Frente al depredador inmobiliario, Geochicos resisten, en Aguascalientes
Memoria y ser niño y niña - Laboratorio de video historias del Centro Cultural Keremta Merced
Selvarte, arte, territorio y agroecología para niñeces libres – Tabasco
Las aventuras del Tlacuache, En búsqueda del Gran Sauce - Micelio Urbano en Recorrido Artibista Documenta
Aquí donde se siembra el saber – Videocarta del CESDER
3x10 pesos - Cine del Río/Espora Media
Tecuani hombre Jaguar – Tecoman
Miravalles – Encuentro Cineclub Iztapalapa

Y así acabó el segundo día del encuentro. Si bien fue una larga jornada, valió la pena aprovechar el tiempo.
A la mañana después de desayunar, realizamos dos actividades de cierre: la primera se trató de “La defensa del Río Pescados y sus estrategias de comunicación desde PUCARL”, la entrega de reconocimientos y una actividad de retroalimentación. Como al autor de esta crónica le comisionaron atender un asunto que llevó algo de tiempo y no estuve presente les comparto un poco más de fotos para que puedan hacerse mejor idea de cómo se vivió.
El Encuentro de Cine Comunitario FICCTerra llegaba a su fin, había llegado un momento de esparcimiento, las participantes pudieron disfrutar de los atractivos turísticos: hubo quienes fueron al cañón de Las Mariposas, otras más hicieron un descenso en balsa o rafting, y quien fue a caminar al pueblo o a buscar las pozas. Era tiempo de explorar el territorio, más tarde nos encontraríamos para participar propiamente de la función inaugural de FICCTerra, Parte del encuentro era poder participar de una función de cine comunitario organizada por La Caja Mágica en el mismísimo Jalcomulco.
La Inauguración.
La cita era a las 4:00 pm. en el centro de Jalcomulco. Hicimos lo que sabemos hacer: ya habíamos convocado a las amistades para participar en la feria de comida, productos y experiencias “A fuego lento”, donde hubo venta de medicinas naturales, alimentos, arte, libros, separadores hechos por las niñeces de la Biblioteca Nieves, stickers, taller de danza afro para niñeces a cargo de Gabriela —al que además se sumó un tlacuache de la comunidad de Micelio Urbano— y también hubo una demostración de bici generadora de electricidad que trajo Saúl del proyecto Bicimáquinas desde Zapopan, Jalisco.
Además, hubo intercambio de saberes de cocina tradicional y herbolaria con Doña Elvira de Jalcomulco, Adriana de la Milpa. Este fue un espacio donde compartimos recetas y remedios; se habló un poco del romero, del pericón. Ahí estaba Vanessa de Mar Natura también compartiendo las recetas de Colima, Lupita del CESDER y Mina de Chiltoyac atentas al conocimiento, Lena, Paz, Karen, Joss de Biblioteca Nieves, Gina, Sofía, Elena de Malacate en Oaxaca también nos compartió de los quelites y las recetas que lleva en el corazón.
La energía era mágica, y el corazón latía de contento al ver un FICCTerra con tan amplia participación. Curiosamente, la energía transformadora del fuego se hizo manifiesta a través del agua: la lluvia nos cambió los planes y tuvimos que mover la proyección y el concierto programado para dentro del salón ejidal. Por suerte, la buena relación de nuestros enlaces comunitarios en Jalcomulco nos facilitó mucho la gestión para poder accionar rápido, y nos adaptamos rápidamente ahí.
Un primer momento fue de recitar e invocar ese espíritu que nos había acompañado para lo cual Ingrid compartió la voz el texto A Fuego Lento que hasta ahora nos había servido de guía, y le pedimos a nuestra compañera Martha, la mayor del equipo, que nos hiciera el honor de encender el fueguito, una velita que acompañó las películas, los juegos y la palabra.
Cine y juegos para niñeces
Liquado comida en la merced MX 6 min.
Mujer Tecuani MX 5 min.
La criatura del mar MX 8 min.
Pachamama ARG 5 min.
Murmullos del Agua MX 7 min.
Una vez terminado este primer bloque, las compañeras de Ficctierrita, Lena, Brenda y Sarí, estuvieron jugando con las niñeces y conversando sobre las pelis, mientras lxs adulteces veían el siguiente bloque.
Cine diálogo comunitario
Plan de Vida MX 11 min.
Surcos ECU 14 min.
Tiempos de lluvia MX 21 min.
Cuando perdimos el miedo, La guerra del agua BOL 25 min.
Al terminar, hicimos una ceremonia en la cual las compas de las colectivas encendieron una vela desde el fueguito que había encendido Martha, simbolizando el fuego que compartimos y los fueguitos/fogones que se encendieron en cada territorio, ver tantas velitas prendidas fue algo que percibí como estrellas tintineando en el cielo, tejiendo constelaciones diversas y cambiantes. Luchita, Mel de Permea (Un proyecto político de re-existencia con, por y para la vida) y Ruth leyeron el posicionamiento que brotó como una semilla en la tierra fértil que fue el encuentro en Jalcomulco, semilla polinizada por el aleteo de las abejas y murciélagos, transportada en morral mediante el andar de lxs compas en los territorios y dispersada a través de la palabra.
El cine que nutre, se cocina lento, con amor y creatividad colectiva. Es una luciérnaga en medio de la oscuridad que ilumina la noche.

El último momento de la inauguración nos dispusimos a bailar con la música de Los Chicos del Ritmo (un grupo de niñxs del pueblo) y lxs compas de Jalco, mucha cumbia y gozadera.
Así terminamos esa noche en el salón ejidal; aunque todavía un rato más tarde, a pesar del cansancio, en torno a la alberca, continuamos echando chismesito con Tan de La Pixca, Lu, Gali, Mina, Ka, Luchita, León, Buba. Había que aprovechar el tiempo que nos quedaba de compartir.
Y a la mañana siguiente emprendimos la vuelta a casa, contentos y entusiasmados por ver cómo se desarrollaría el FICCTerra en los territorios de nuestras nuevas amistades, tasojiknimej, como Alma de Yolkuali Comunicación en la Sierra Norte de Puebla, América y Omar que trabajan en Nayarit con pueblos originarios, Marijo y Ana representando varias colectivas de San Miguel de Allende y Guanajuato, o los jóvenes de la comunidad afro de Coyolillo que sostienen el Cencerro Cineclub: Dani, Elvis y Barbara. Ahora toca cuidar y sostener esta constelación de fueguitos, esta red enredadera que como frijolito se asocia con el maíz y la calabaza, echa y nutre raíces que son vínculos que cuidan la tierra y las comunidades.
















































































































Gracias por tan detallado relato, de verdad que fue una experiencia maravillosa!! Otra vez muchas gracias!!