De vuelta en Chiltoyac
- Jorge Luis Carrión Y Loni Hensler
- 6 nov
- 4 Min. de lectura
¡A dos años de haber visitado Chiltoyac, regresamos! La vez pasada, durante la edición Semillas de Dignidad, hubo intercambio de semillas y comilona.
Mucho ha cambiado: no solo el evento FICCTerra esta vez no fue sostenido por el equipo motor del festival, sino por lxs compas de la colectiva local que está impulsando la biblioteca Bunko-Cecomu, en donde participan varias personas de la comunidad y de la maestría ecodialogo que vienen desarrollando y acompañando procesos en la localidad.
Nos sorprendió que le construyeron un gran domo a la cancha, que cubre muy bien de la lluvia, además de que está recién remodelada.

De parte del equipo motor, acompañamos con algo de audio y equipo para la proyección; comisionados íbamos Loni y el autor de esta crónica. Llegamos de tardecita nos recibieron con cálida energía Pili, Gialuanna, Mina y Leylin quienes estaban decorando la cancha con unos banderines de poste a poste; además, una mesa repleta de jícamas y pepinos esperaban para ser bañados en salsas ricas y aciditas. Había un ambiente festivo y colorido.
Comimos en el changarrito de Minerva, unas ricas albóndigas y verduras con arroz, y pico de gallo; justo veníamos platicando que asociamos Chiltoyac con rica comida de la milpa, además del bonito trabajo artesanal que se hace con barro, y el hermoso bosque.
Ya con la panza llena, con ayuda de Edu y Kamal nos dispusimos a montar la pantalla y el audio, en eso apareció Gali con una gran sonrisa, ella es una de las más jóvenes de la colectiva que sostienen la función; con quien tuvimos oportunidad de compartir recientemente en Jalcomulco en el encuentro de Cine Comunitario, entre todxs montamos de volada.
Le dimos play a la lista colaborativa A Fuego lento y, en un abrir y cerrar de ojos, había niñeces por todos lados, esperando la proyección. En lo que oscurecía lo suficiente para poder proyectar, empezó a rebotar un globo amarillo encima de las cabecitas de los peques. Mina y Gialu captaron la atención de la audiencia, muchas niñeces. El juego era sencillo, pero divertido: si te caía el globo encima, contestas la pregunta: "¿Cuál es el lugar que más te gusta de Chiltoyac?" "¿Cuál es tu comida favorita?".
Después, Irene, Gialu, Gali armaron una sala de lectura infantil gigante en el salón ejidal. Ahí sostuvieron la atención de lxs peques en lo que bajaba la luz para poder proyectar. Los libros, llenos de historias de animales y de humanos por igual, con ilustraciones coloridas e historias inspiradoras, eran leídos, ya sea por lxs peques o por lxs facilitadorxs; luego circularon hojas de colores, pinturas y materiales. Llegaba el tiempo de crear.
El sol abría paso a la noche. Se hizo la llamada 2.5, otra novedad más, pues en mi experiencia de participar en funciones del FICCTerra no la había escuchado antes.
Pero las sorpresas y primeras veces no acabaron ahí, pues en esta ocasión llegaron lxs compas del centro de rehabilitación, lo que nos sorprendió y generó una expectativa muy interesante. Creo que varixs de nosotrxs nos entusiasmamos por escucharles, por saber cómo resuenan las películas (valga aquí un paréntesis para comentar, sobre todo si no has ido a un FICCTerra, es que suele haber diálogo e intercambio de impresiones). Y así se había conformado una audiencia muy particular.

Para dar la tercera llamada, estaba ya bien afinado con su jarana Kalmal González, y con son y décimas empezaron las proyecciones, a la vez ya estaban preparando las palomitas y su aroma inundaba toda la cancha.
Un primer bloque de la programación se integró con:
LOS GUARDIANES DEL CONEJO DE LA LUNA. MX
PACHAMAMA. ARG
LICUADOS DE LA MERCED2 (LA FIESTA). MX
TIERRA COMPARTIDA
Al terminar el bloque, lxs peques fueron invitadxs a jugar y hablar, conversar sobre las películas dentro del salón ejidal, mientras la programación continuaba con un segundo bloque para adulteces.
NACIENTE. MX
LA INTELIGENCIA DE LAS FLORES. COL
NEIKE CHAMIGO. ARG
LA CASA DEL MAÍZ. MX
COLOR DE LA TIERRA. MX
Al final conversamos sobre cómo nos fue con esta primera función: "¿Qué salió bien?" "¿Qué puede mejorar?" Y se sintió mucho agradecimiento, pero también mucho cansancio, un poco de improvisación, pero por suerte mucha experiencia para salir a flote, sobre todo por las implicaciones de sostener el trabajo con las niñeces durante tanto tiempo. También se habló de las ventajas de ser un equipo nutrido, que pudo aprovechar la diversidad de experiencias para resolver las dificultades.

Nos regresamos a Xalapa con mucha emoción de mirar cómo ha crecido el FICCTerra y sentir cómo ahora lo abrazan a colectividades desde las comunidades. También nos sentimos muy curiosos, inspirados de saber qué sigue, ya soñando con las próximas ediciones del FICCTerra, pensando y charlando qué sigue : ahora que se han dispersado esas chispas del fuego lento del cine comunitario, ¿Cómo acompañar también a las compas que están en territorios más lejanos? ¿Cómo cuidar los fogones? ¿Cómo tejer esta red?
Jorge Luis Carrión Y Loni Hensler












Se ve que fue una experiencia super nutrida y cálida para todos. Que padre!!! y qué madre!!!