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FICCTerra

FICCTerra en la sierra norte de Puebla

El pasado 26 de octubre, el equipo de FICCTerra partió desde "La Colmena" en Xalapa, Veracruz, rumbo a la Sierra Norte de Puebla. El grupo, conformado por integrantes de las parcelas de dialogos comunitarios, logística y producción, programación y comunicación asi como del colectivo "Hacemos Parte del Mismo Cuento," tenía como misión llevar el cine comunitario a las comunidades de Cuauhtapanaloyan y San Miguel Tzinacapan.

La jornada comenzó temprano, a las 7 a.m., con los vehículos del equipo enfilando rumbo a Puebla. En el camino, hicieron una parada en Texcal para disfrutar de las famosas quesadillas de la "Curva de Texcal," una tradición para quienes viajan por esta ruta, especialmente por su cercanía con la zona arqueológica de Cantona, nos comentaron que en Texcal hay un gran interés por lo dinosaurios.

Alrededor de la 1:30 p.m., el equipo llegó a Cuauhtapanaloyan, donde fueron recibidos por Lety, Alfredo y Doña Vicky, quienes habían preparado nopales frescos y tortillas hechas a mano para los viajeros. Sin embargo, hubo un pequeño contratiempo cuando uno de los autos golpeó una piedra, lo que provocó un posible daño en la llanta. Afortunadamente, con la ayuda de un talachero local, pudieron remover la piedra incrustada sin mayores complicaciones.

Después de un breve descanso, se dispusieron a montar el equipo para la proyección en la plaza central, junto a la iglesia, con la colaboración de vecinos que facilitaron corriente eléctrica. Las compañeras de "Hacemos Parte del Mismo Cuento" —Zule, Sari y Lena— animaron a las infancias con juegos y actividades lúdicas que generaron risas y mucha energía en el ambiente. Algunas niñas y jóvenes participaron en el taller de fotografía de Karo Carvajal, explorando y capturando imágenes de su comunidad. Al mismo tiempo, Ingrid Paulin dirigía un taller sobre abejas nativas en la casa de Doña Vicky, quien también es criadora de meliponas.



La jornada de cine comenzó con videos de saludos de otras comunidades que ya habían recibido el festival, como La Mancha y Las Barrancas, lo que generó un sentido de conexión entre las diferentes localidades. A continuación, Loni, quien estuvo a cargo de la facilitación, presentó el primer bloque de cortometrajes dirigidos a las infancias, integrado por Camino de Gigantes (Brasil), Para (Perú), y S'ozzastru (Italia). Antes de comenzar, se realizó un soplido colectivo con la intención de ahuyentar las nubes, logrando una tarde despejada para disfrutar del cine al aire libre.

Finalizado el bloque infantil, Zule, Sari y Lena invitaron a los niñes a participar en una serie de actividades de reflexión en torno a los sentimientos que les generaron las películas, mientras el resto del público continuó con una selección de filmes dirigidos a personas adultas. El bloque estuvo integrado por Guardianas de los Ríos (Colombia), Sihua moxiochiatl (México), Hermanitas Tejedoras (Argentina), Wankas siempre vivas (Perú), y por último Un campo que ya no huele a flores la cual causó un fuerte impacto entre los asistentes, impresiones que posteriormente se prestaron para un diálogo profundo sobre el medio ambiente y la salud comunitaria durante una actividad en la que los asistentes, divididos en grupos, tejieron atrapasueños y compartieron sus impresiones, en una reflexión colectiva sobre la identidad y la cultura local. La noche cerró con una cena en casa de Doña Vicky, quien preparó frijoles y un delicioso caldo de cerdo.

Al día siguiente, el equipo se trasladó a San Miguel Tzinacapan para trabajar en conjunto con "Yolkeponiloyan," colectivo local cuyo nombre en náhuatl significa "el lugar donde florece el corazón." los recibió Rafa Sevilla con calidez, aunque con la noticia de que la comunidad estaba sin electricidad. Sin desanimarse, el equipo aprovechó el tiempo para instalarse con los anfitriones y preparar las actividades en la plaza.

A las 12 p.m., comenzó un taller de mural colectivo liderado por la talentosa artista visual Abi Morita, integrante de Yolkeponiloyan. Vecinos de todas las edades participaron en la creación de un fotomural, con ilustraciones de abejas, hormigas, flores y fotografías de personajes locales de las danzas tradicionales, como los Pilatos.



Para la proyección de cine, un vecino proporcionó una fuente de energía auxiliar que permitió iniciar el programa, que incluyó un homenaje al Maestro Pedro Cortés Ocotlán del Taller de Tradición Oral. Sus alumnos compartieron emotivos testimonios sobre su influencia y legado en la comunidad.





El bloque de cine infantil, FICCTierrita, integrado por Radio diversidad (Chile), La encomienda del murciélago (México) la cual es una producción local llevada a cabo por el colectivo sentipensate y algunos integrantes de la Radio Tzinaca hablando en el idioma local, y La pelota es el sol (México), el bloque fue recibido con entusiasmo, y las niñeces, invitadas por "Hacemos Parte del Mismo Cuento," participaron nuevamente en actividades de reflexión. Para el público adulto, la selección incluyó las películas Día del alba (México), El ultimo tallado (Perú), Forasteros en su tierra (México) y Voces de la milpa (México), abordando temas como la milpa, la artesanía y la danza, destacando el valor de las tradiciones locales.

La noche culminó con un concierto de "El Son del Maíz," un dúo que interpretó música tradicional mexicana y canciones de protesta, invitando al público a unirse en una experiencia de conexión cultural y resistencia. León y David, miembros del equipo de FICCTerra, se sumaron al concierto tocando cajón y compartiendo el escenario con los músicos.


El equipo fue sorprendido por una danza tradicional en honor a San Judas Tadeo, que incluyó cohetes y un “torito” que recorrió el pueblo antes de ingresar a la iglesia. Fue una experiencia profundamente emotiva que selló el final de la jornada en San Miguel Tzinacapan, destacando el poder del cine y la cultura para fortalecer los lazos comunitarios.

Al día siguiente, tras un último desayuno comunitario, el equipo emprendió el regreso a Xalapa, satisfecho y agradecido por el cálido recibimiento y las conexiones creadas en Cuauhtapanaloyan y San Miguel Tzinacapan.

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